En comparación con los sensores de efecto Hall, el TMR ofrece mayor resolución y una respuesta más rápida incluso ante la más mínima inclinación del joystick. Rastrea los movimientos con precisión, mejorando significativamente la precisión del control en juegos que requieren precisión en la puntería y ajustes rápidos del punto de vista. Además, cuenta con una zona muerta reducida, mínimo ruido y bajo consumo de energía, lo que permite un juego estable incluso en partidas largas. Si bien son similares a los sensores de efecto Hall en cuanto a la ausencia de contacto y la resistencia a la deriva, los sensores TMR están un paso por delante en cuanto a respuesta, precisión y durabilidad.